El caso de Santiago Marcano Guaiquirian, de 12 años de edad, dio un giro inesperado, el menor, desapareció el pasado lunes 10 de junio y fue hallado sin vida el miércoles 12, en la parte trasera de la Planta Potabilizadora José Antonio Anzoátegui.
Se pudo conocer, que Santiago el día de los hechos, salió con unos jovencitos de 13,14 y 18 años de su casa, ubicada en el barrio Álvarez Bajares de Barcelona para jugar, después que se registró el incidente, ellos regresaron sin Santiago, pero no comunicaron nada de lo que había sucedido.
Luego de transcurrir 48 horas de desaparecido, se produjo el hallazgo del cuerpo sin vida de Santiago, los funcionarios de la Policía Científica, dieron inicio a las investigaciones, donde interrogaron a los jovencitos de 13, 14 y 18 años, los mismo, habrían confesado que supuestamente empujaron a Santiago al río Neverí, donde fue encontrado dos días después, en una fosa de la planta de tratamiento de agua José Antonio Anzoátegui, ubicada en Naricual.
Ante esta situación resultaron aprehendidos, Es por ello, que el adolescente de 14 y 18 años, fueron presentados ante el Tribunal de Control y quedaron privados de libertad por el delito de homicidio intencional. El primero estará recluido en el Centro Correccional de Menores José Antonio Anzoátegui y el de 18 años fue ingresado en la sede del Cicpc de Barcelona.
Mientras que el menor de 13 años quedó a disposición del Consejo de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes.
Desaparición misteriosa que deja muchas dudas
A través del tío del niño, Héctor Suarez, se conoció que la última vez que Santiago fue visto por vecinos iba con otros tres jóvenes caminando hacia los límites entre el sector Álvarez Bajares, donde vivía, y una comunidad conocida como El Esequibo.
“Un ‘chamito’ de la otra calle fue quien vino con la mamá y señaló a los que acompañaron a mi sobrino. Después de eso fue que ellos hablaron y dijeron que habían llegado caminando hasta la comunidad de Mayorquín”, agregó.
Los jovencitos que acompañaban a Santiago el día de los hechos, narraron que todos se estaban bañando a orillas del Neverí. Al parecer, de manera repentina la corriente del río arrastró al niño y no lo vieron más hasta que se dio la noticia que causó conmoción en Anzoátegui.
Sin embargo, el pariente insistió que todo lo ocurrido le genera más dudas que certezas, porque su sobrino no sabía nadar y por eso evitaba meterse en masas de agua de ese tipo.