El cuerpo sin vida de un niño de nueve años, desaparecido el pasado 19 de junio en Guarenas, fue hallado en medio de la maleza adyacente al cementerio El Cercado.
Los funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana (PNB), adscrito a la División de Extorsión y Secuestro, junto a la dirección de Investigaciones Penales, realizaron el hallazgo del cadáver, que se encontraba en estado de descomposición.
Antes estos hechos, se dieron inicio a las investigaciones, en las cuales el padrastro del menor confesó ser el responsable del crimen del niño Keiner Pérez, de 9 años de edad.
El detenido Luis Manuel Mejías, de 48 años de edad, le habría confesado a las autoridades que le dio una fuerte golpiza al menor que le causó la muerte, es por ello, que luego se deshizo del cuerpo, el cual fue encontrado la madrugada del sábado 22 de junio.
A través de las autoridades policiales, se tuvo conocimiento, que Keiner, presentaba una condición especial, por lo que, el 19 de junio, la progenitora del menor se lo dejó encargado para que lo llevara a su vivienda ya que los familiares del infante se encontraban en una concentración política.
El hombre confesó, que el niño no le hacía caso, así que lo golpeó de la manera más cruel hasta dejarlo sin vida, cuando se dio cuenta que Keiner se encontraba sin signos vitales, lo envolvió en una manta y lo trasladó a una zona cercana al Cementerio Jardines de El Cercado, donde abandonó el cuerpo.
Mejías le habría dicho a los parientes del niño, que desapareció pasadas las 3:00 de la tarde del 19 de junio, ya que supuestamente “no se había dado cuenta” que el infante había salido de la casa.
Ante esta situación, los familiares del pequeño denunciaron la desaparición y procedieron a la búsqueda, que terminó este 22 de junio, cuando los efectivos de la policía, le dieron la lamentable noticia del hallazgo del cuerpo sin vida en un matorral del sector Quebrada Seca de la carretera Petare-Guarenas.
La propietaria de un teléfono celular, identificada como Génesis Guache (20), también quedó aprehendida, ya que de ese celular se realizó una llamada que pretendía extorsionar a los familiares de que tenían conocimiento sobre el paradero del menor, una vez que estos suministraron los números telefónicos en la redes sociales.